VATICANO,
El Presidente del Pontificio Consejo para los Operadores Sanitarios (Pastoral de la salud), Mons. Zygmunt Zimowski, señaló que el respeto a toda vida humana desde la concepción hasta la muerte natural constituye y alienta el desarrollo integral de los pueblos.
Así lo indicó en su ponencia "Respeto a la vida es desarrollo de los pueblos" realizada este miércoles en la Universidad Católica del Sacro Cuore en Roma en el marco de una conferencia organizada por la Asociación Internacional Caridad Política sobre la encíclica Caritas in veritate del Papa Benedicto XVI.
El Arzobispo explicó que la doctrina social de la Iglesia "pone atención al resguardo de la vida humana, invocando para ella las garantías de tutela y expresando de tal modo su misión en el mundo".
Desde los años 70s’, prosiguió el Arzobispo, las amenazas a la vida humana aumentaron con la debilitación de las leyes que protegían este fundamental derecho ante el aborto, la eutanasia, pasado por la inseminación artificial, la conservación de embriones congelados y la fecundación in vitro, que hicieron que el embrión humano "fuera reducido a una simple cosa y la prohibición de matar un ser humano inocente perdiera su carácter imperativo".
Estos problemas, dice Mons. Zimowski, constituyen "un gran desafío para la doctrina social cristiana y exigen respuestas adecuadas" que ya se han venido dando con lo expresado por Juan Pablo II en su encíclica Evangelium Vitae y ahora con la Caritas in veritate de Benedicto XVI.
En este texto, dice el Arzobispo, se advierte la "difusión de una mentalidad antinatalista que con frecuencia se busca transmitir a otros estados como si esto fuera progreso cultural" y recuerda que "esa mentalidad se ha incrementado a causa de las legislaciones contrarias a la vida en los países económicamente más desarrollados".