RIO DE JANEIRO,
El Papa Benedicto XVI envió ayer un mensaje de solidaridad y cercanía para con la Iglesia en Río de Janeiro, en Brasil, tras los enfrentamientos entre la policía y el ejército con delincuentes vinculados al narcotráfico, que dejaron al menos 36 muertos y 106 vehículos incendiados en las favelas (barrios pobres) de esta ciudad.
En el texto enviado al Arzobispo de Rio de Janeiro, Mons. Orani Joao Tempesta, y firmado por el Secretario de Estado, Cardenal Tarcisio Bertone, se señala que "el Santo Padre sigue con profunda preocupación los graves enfrentamientos y la violencia de estos días en Río de Janeiro, particularmente en la comunidad Vila Cruzeiro".
El texto dado a conocer por el Nuncio Apostólico, Mons. Lourenzo Baldisseri, señala que "el Sumo Pontífice asegura su oración por los muertos, como también por sus familias y para que los responsables de poner fin a los desórdenes, y alienta a restablecer el respeto a la ley el bien común".
Los graves enfrentamientos de la policía y el ejército contra la delincuencia vinculada al narcotráfico terminaron ayer y este lunes Río de Janeiro vivió hoy su primera madrugada de tranquilidad tras una semana de violencia.
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