BUENOS AIRES,
El Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz y segundo Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Mons. José María Arancedo, consideró como "un planteo injusto" y una "confrontación gratuita" sobre problemas que "no existen", el proyecto de ley de la diputada Alicia Gutiérrez con el objetivo de promover el retiro de los símbolos religiosos de lugares públicos.
"La presencia de símbolos religiosos tiene una razón de ser en la vida e historia de una comunidad que hay que saber leer y respetar. No se puede borrar la historia religiosa o cultural de un pueblo desde una aparente actitud de progresismo cultural", recordó.
Tras señalar que "los momentos mayores de nuestra historia estuvieron marcados o presididos por una referencia explícita y pública a Dios", hizo hincapié en la Constitución Nacional que "al tiempo que abría las puertas de la Patria naciente a ‘todos los hombres del mundo que quieran habitar en suelo argentino’, no ocultaba una invocación a Dios ‘fuente de toda razón y justicia’, y presidía ese acto solemne un crucifijo, símbolo de la fe cristiana".
"El justo orgullo de ser ‘cuna de la Constitución’, no nos debería hacer olvidar las raíces y razones de fe de nuestros mayores de la cual somos herederos, y en la cual hemos crecido. Ellos no discriminaron a nadie, por el contrario su fe los hizo abiertos a todos y respetuosos de todos", aseguró.
El Arzobispo insistió en que "también a nosotros, como santafesinos, nos acompaña la devoción a la Virgen de Guadalupe que ha sido proclamada nuestra patrona". "Negar esta presencia es, también, un acto reñido con la pacífica, religiosa y tolerante historia de nuestra provincia", precisó.
Finalmente Mons. Arancedo consideró que "a nadie se le puede ocurrir pensar en discriminación por la presencia de estas imágenes que tienen una razón de ser en la comunidad", y reclamó "madurez histórica, respeto social y prudencia política en nuestros legisladores" en el tratamiento de esta iniciativa.