VATICANO,
Como resultado del encuentro en Teherán, Irán, entre una delegación musulmana y una representación de la Santa Sede, se dio a conocer un acuerdo en el que se resalta que la libertad religiosa es propia de toda persona, debe ser respetada por el Estado y no puede relegarse a la religión a la esfera privada.
En el encuentro sostenido por una delegación del Centro para el Diálogo Interreligioso de la Organización para la Cultura y las Relaciones Islámicas de Teherán (Irán) y el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso entre el 9 y el 11 de noviembre, se destacó el importante rol de los creyentes en Dios en la sociedad.
En las conclusiones de las delegaciones presididas por Mohammad Baqer Khorramshad, presidente de la Organización para la Cultura y las Relaciones Islámicas y el Cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, respectivamente, se recuerda que "los creyentes están llamados a cooperar en la búsqueda del bien común, sobre la base de una relación sólida entre fe y razón".
Asimismo se resalta que debe existir cooperación entre cristianos y musulmanes, así como entre todos los creyentes y personas de buena voluntad, para "responder a los desafíos actuales, promoviendo los valores morales, la justicia y la paz y protegiendo la familia, el medio ambiente y los recursos naturales".
Tras reiterar que la fe debe ser respetada por los agentes sociales y el Estado, se subraya que "la educación de las jóvenes generaciones debe fundarse en la búsqueda de la verdad, en los valores espirituales y en la promoción del conocimiento".
Los participantes hicieron finalmente hincapié en la necesidad de "continuar en el camino de un diálogo real y fructífero". El próximo Coloquio tendrá lugar en Roma en 2012.