VATICANO,
Al recibir este mediodía (hora local) a un grupo de profesores de esquí italianos, el Papa Benedicto XVI señaló que practicado con pasión y ética, el deporte se convierte en una escuela de valores humanos y cristianos.
En su discurso, el Santo Padre agradeció al ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Franco Frattini, por sus esfuerzos para que muchos católicos, recientemente atacados en Bagdad, hayan podido ser acogidos prontamente en ese país.
Sobre el deporte, el Papa afirmó que "si se practica con pasión y sentido de la ética, además de ejercitar un espíritu de competencia sana, se convierte en una escuela para aprender y profundizar valores humanos y cristianos. Mediante la actividad deportiva, la persona entiende mejor que su cuerpo no puede ser considerado un objeto, sino que a través de la corporeidad se expresa a sí misma y entra en relación con los demás".
"De esta manera, el equilibrio entre la dimensión física y la espiritual lleva a no idolatrar el cuerpo, sino a respetarlo, a que no sea un instrumento que hay que potenciar a toda costa, incluso utilizando medios ilícitos", añadió.
Benedicto XVI dijo luego que al esquiar en la montaña, "contemplando la creación, el ser humano reconoce la grandeza de Dios, fuente última del propio ser y del universo, no hay que olvidar que la relación con la creación es un elemento importante para el desarrollo de la identidad humana, y ni siquiera el pecado del hombre ha eliminado su tarea de ser guardián del mundo. También la actividad deportiva puede ser concebida y vivida como parte de esta responsabilidad".
"Los avances en la ciencia y la tecnología dan a los seres humanos la oportunidad de intervenir y manipular la naturaleza, pero el riesgo, siempre presente, es querer reemplazar al Creador y reducir la creación a un producto de uso y consumo", advirtió.