VATICANO,
Con un especial llamado a proteger y promover la presencia católica en Tierra Santa y el mundo árabe prosiguió hoy la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para Medio Oriente que se realiza en el Vaticano.
En su intervención, el Patriarca de Jerusalén de los Latinos, Mons. Fouad Twal, señaló que "la Iglesia Madre de Jerusalén custodia para toda la Iglesia los Santos Lugares de los Patriarcas, de los Profetas, de Jesucristo, de la Virgen María y de los Apóstoles. Debe ser, por lo tanto, objeto del amor, la oración y la atención por parte de toda la Iglesia, de todos los obispos, sacerdotes y fieles del Pueblo de Dios".
"Ser solidarios con la Iglesia de Jerusalén, vivir la comunión y el testimonio de los que se habla en este Sínodo, responde a nuestros deberes de pastores y de colegialidad episcopal. Amar a Tierra Santa implica la visita a los Santos Lugares y el encuentro con la comunidad local. Es también servirla: no dejen a la Iglesia Madre sola y aislada", alentó.
Mons. Twal pidió también ayudar a Tierra Santa "con sus oraciones, su amor y su solidaridad, evitando que se convierta en un gran museo al aire libre. Callarse por miedo ante la situación dramática que conocen sería un pecado de omisión. Además, estamos muy agradecidos a la Santa Sede, a los obispos, a los sacerdotes y a todos los amigos de Tierra Santa por todo lo que llevan a cabo de manera tan generosa para apoyarnos espiritual y materialmente".
Finalmente el Patriarca dijo que "la comunidad cristiana de Tierra Santa (sólo un 2% de la población) sufre a causa de la violencia y la inestabilidad. Es una Iglesia del Calvario. Es la gran responsable de perpetuar el mensaje de paz y reconciliación. A pesar de las dificultades que parecen insalvables, nosotros creemos en Dios, Señor de la historia".