VATICANO,
En la segunda Congregación General de la Asamblea Especial para Medio Oriente realizada ayer por la tarde en el Vaticano en presencia de 163 padres sinodales, los obispos alentaron a los católicos de Medio Oriente a "testimoniar el Evangelio perdonando a los enemigos".
En esta segunda congregación participaron diversos cardenales y obispos, que señalaron diversos temas como la emergencia ante la emigración de los católicos, la difícil situación de los católicos que son una minoría en Medio Oriente y el diálogo interreligioso en esta región mayoritariamente musulmana.
El Arzobispo de Los Ángeles, Cardenal Roger Mahony, señaló que el mayor desafío que encuentra con los católicos que vienen como refugiados desde Medio Oriente es "ayudarles a que respondan a la gracia de testimoniar el Evangelio perdonando a esos enemigos que tan a menudo son la razón principal de su abandono de la tierra natal para encontrar paz y justicia en nuestras costas".
Por su parte, el Arzobispo de Dar-Es-Salaam (Tanzania) y Presidente del Simposio de las Conferencias Episcopales de África (SECAM), Cardenal Policarpo Pengo, señaló que la "estrecha cooperación entre la Iglesia subsahariana y la Iglesia en África del norte y en Oriente Medio sigue siendo de suma importancia para la supervivencia del cristianismo en ambas partes, y el SECAM es una herramienta excelente para lograr dicha cooperación".
De otro lado el Presidente del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa y Arzobispo de Esztergom-Budapest, Cardenal Péter Erdo, se refirió al tema de la acogida de los refugiados de Medio Oriente en el viejo continente: "cuando pensamos en Oriente Medio, nosotros, europeos, debemos realizar un examen de conciencia. ¿Permanece todavía vivo entre nosotros el mensaje del Evangelio, la buena nueva que hemos recibido de los apóstoles? ¿O ya no se ve en nuestra vida esa luz y ese entusiasmo que brotan de la fe en Cristo? ¿Cuál es nuestra reacción cuando en nuestros días llegan a Europa refugiados y emigrantes cristianos desde Oriente Medio?"
"¿Prestamos la suficiente atención a las causas que obligan a miles de cristianos, si no millones, a abandonar la tierra en la que han vivido sus antepasados desde hace casi dos mil años? ¿Es verdad que también nuestro comportamiento es responsable de lo que está sucediendo? Nos encontramos ante un gran desafío. ¿Sabemos expresar de forma eficaz nuestro apoyo a los cristianos de Oriente Medio? Los cristianos que llegan de Oriente Medio llaman a la puerta de nuestros corazones y despiertan nuestra conciencia cristiana", cuestionó.