VATICANO,
El Arzobispo Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, ilustró esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede el contenido de la Carta Apostólica Motu proprio "Ubicumque et semper", escrita en latín y fechada el 21 de septiembre de 2010, con la que el Papa Benedicto XVI instituye este nuevo dicasterio. En el documento el Santo Padre recuerda que la Iglesia tiene el deber de anunciar siempre y en todo lugar el Evangelio.
En el Motu Proprio el Papa señala que la misión de anunciar el Evangelio "ha asumido en la historia formas y modalidades siempre nuevas según los lugares, las situaciones y los momentos históricos. En nuestra época, uno de los rasgos característicos ha sido la confrontación con el fenómeno del abandono de la fe, que se ha manifestado progresivamente en sociedades y culturas que desde siglos estaban impregnadas del Evangelio"
"Las transformaciones sociales a las que hemos asistido en los últimos tiempos tienen causas complejas que hunden sus raíces en el tiempo y han modificado profundamente la percepción de nuestro mundo. Y si por una parte la humanidad ha conocido los beneficios innegables de esas transformaciones y la Iglesia ha recibido ulteriores estímulos para dar razón de la esperanza que lleva, por otro se ha verificado una preocupante pérdida de sentido de lo sacro que lleva a poner en tela de juicio fundamentos que parecían indiscutibles, como la fe en un Dios creador y providente, la revelación de Jesucristo, único salvador y la comprensión común de las experiencias fundamentales del ser humano como el nacimiento, la muerte, la vida en una familia y la referencia a la ley moral natural".
Seguidamente Benedicto XVI indica que "ya el Concilio Ecuménico Vaticano II asumió entre las cuestiones fundamentales la de la relación entre la Iglesia y el mundo contemporáneo. Siguiendo las enseñanzas conciliares, mis predecesores han reflexionado ulteriormente sobre la necesidad de encontrar formas adecuadas para que nuestros contemporáneos escuchen todavía la Palabra viva y eterna del Señor".
"El venerable Siervo de Dios Juan Pablo II hizo de esta concienzuda tarea uno de los fundamentos de su vasto magisterio, sintetizando el concepto de ‘nueva evangelización’, que profundizó sistemáticamente en numerosas intervenciones, la tarea que espera hoy a la Iglesia, en particular en las regiones de antigua cristianización".
"Por lo tanto, haciéndome cargo de las preocupaciones de mis venerados predecesores, creo oportuno ofrecer las respuestas adecuadas para que toda la Iglesia, dejándose regenerar por la fuerza del Espíritu Santo, se presente al mundo contemporáneo con un empuje misionero capaz de promover una nueva evangelización", señala el Papa.