MÉXICO D.F.,
En el día en que grupos feministas "celebran" el día internacional por la despenalización del aborto en América Latina, diversas organizaciones de mujeres en México exigieron la promoción y la defensa de la vida a través de leyes que fomenten la educación, la salud y el empleo para combatir esta práctica anti-vida que destruye la vida de los no nacidos y sus madres.
Las organizaciones criticaron la decisión del Distrito Federal de permitir el aborto hasta la semana 12 de gestación, "cuando la mayoría de la sociedad lo rechaza" y cuestionaron que "se mantengan en la clandestinidad las cifras de procesos realizados en instituciones privadas de la capital y se guarde silencio sobre el síndrome post-aborto".
La presidenta del Instituto para la Rehabilitación de la Mujer y la Familia (IRMA), Mari Carmen Alva dijo que en la especialización del tratamiento al síndrome post-aborto, "se han encontrado con mujeres que incluso han repetido esta experiencia hasta en tres ocasiones, con secuelas psicológicas o bien infecciones, hemorragias e incluso, casos dolorosos de jovencitas que perdieron la matriz y con ello la posibilidad de ser madres de por vida".
Como ejemplo de esto puso el caso de una joven de 23 años quien "estuvo al borde de la muerte por una perforación del intestino debido a un aborto y era el único hijo que tendría en su vida. Se juegan el todo porque no se les orienta, no se les da alternativas más que el ‘deshacerse’ del bebé que lleva en el vientre a costa de su propia salud y la vida misma", explicó
Alva comentó luego que diversos psicólogos, psiquiatras y tanatólogos confirman los estragos del síndrome post-aborto en las mujeres: "porque les siguen diciendo que no pasa nada, que después de la cancelación del embarazo va a seguir su vida como antes, que son un puñado de células, como si no hubiera sucedido nada, pero la realidad las coloca en cuadros permanentes de depresión, trastornos y hasta tendencias suicidas".
La experta dijo que cuando una mujer empieza a descubrir que su vida no es la misma, que tiene pesadillas, insomnio, depresión, angustia, es cuando la mujer requiere de un soporte de especialistas pero no lo tienen, la autoridad capitalina se empeña en asegurar que no existe esta afectación y por lo tanto, quienes promueven el aborto "condenan a la mujer a una vida de silencio".