Los Obispos de Estados Unidos enviaron una carta al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) en la que señalan que este organismo no debe solicitar la inclusión y cobertura de la anticoncepción y esterilización en los planes de salud como parte de los servicios "preventivos" para las mujeres ya que estos "no impiden una enfermedad sino una condición saludable conocida como fertilidad".
El consejero general de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), Anthony Picarello, junto a Michael Moses, consejero asociado, señalaron que la ley sobre la protección a los pacientes no debe incluir los anticonceptivos ni la esterilización porque ambos "generar riesgos significativos para la vida y salud de las mujeres, y un programa federal que ordene su inclusión generaría una amenaza sin precedentes al derecho de objeción de conciencia".
Ambos consejeros recuerdan además que estos medios no constituyen una prevención para el aborto ya que diversos estudios "muestran que el porcentaje de embarazos no deseados que terminan en aborto es más alto si el embarazo se da cuando se usa un anticonceptivo".
En cuanto al fármaco recientemente aprobado por la FDA, los consejeros explican que éste no constituye tampoco "anticoncepción de emergencia" ya que lo que produce es "un aborto temprano y no puede considerarse como algo preventivo".
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