BUENOS AIRES,
El Arzobispo de San Juan de Cuyo, Mons. Alfonso Delgado, denunció una serie de graves atentados contra la vida y la familia en Argentina, como la reciente ley que equipara al matrimonio a las uniones homosexuales, así como los diversos intentos de despenalizar el aborto en este país. Para el Prelado estos proyectos constituyen un verdadero "permiso para matar" que reactualizan la matanza ordenada por el rey Herodes en el tiempo de Jesús
En su homilía de la Misa de ordenaciones sacerdotales y diaconales, el Arzobispo recordó que "la familia surge de la unión tan profunda entre un hombre y una mujer para un proyecto de amor que quiere perdurar para siempre. Esa complementariedad tan especial del matrimonio, que incluye desde lo biológico hasta lo más espiritual, es capaz de crear otra vida humana, y hacerse responsable de ella. Son los hijos, fruto del amor humano y del poder creador de Dios".
Esta disposición natural, continuó, se ve agredida y amenazada por los legislados que recientemente aprobaron las uniones homosexuales en Argentina que "amañaron su voto violentando su conciencia y su representatividad, y los políticos y gobernantes que le acompañaron en semejante propuesta. Así se pusieron en contra del pueblo que los eligió, en contra de la familia argentina y en contra de la naturaleza de las cosas. Creo que el pueblo sabrá tener memoria de esta agresión cuando llegue el momento".
Para el Prelado, "las agresiones a la familia y a la vida no terminan aquí. Ya aparecieron otros proyectos de ley que legalizarían la matanza de niños recién nacidos o por nacer. El mismo Jesús pasó por ese riesgo y por eso debió huir a Egipto. De ello da testimonio el martirio de los ‘santos inocentes’. Pareciera que nuevos Herodes pretenden repetir esa crueldad. Los niños son tan seres humanos como cada uno de ustedes, los más vulnerables e indefensos, los que merecen el mayor cuidado y protección de toda la sociedad y de sus gobernantes".
"Este ‘permiso para matar’, aunque se lo quiera maquillar con palabras mentirosas, esas muertes de niños, ¿no serían verdaderos ‘crímenes de lesa humanidad’, promovidos e impulsados por mismo el Estado? ¿Dónde quedan los derechos humanos, a veces tan ‘cacareados’ por más de uno que propugna estas matanzas? ¿En qué tacho de basura de la conciencia se tira el primero de los derechos humanos: ‘el derecho a vivir’?", cuestionó.
Tras advertir que con estos proyectos "parece que a unos cuantos políticos, legisladores y gobernantes les sobran esos seres humanos que todavía no votan ni pueden formar parte de su clientela", Mons. Delgado alentó a los nuevos sacerdotes a "ejercer con valentía su propia ciudadanía. Como buenos ciudadanos, alienten a los legisladores que defienden la vida, y hagan lo imposible para que los otros representantes del pueblo no se conviertan en impulsores o cómplices de una nueva y horrible matanza de seres humanos, de un nuevo genocidio en tierra argentina".