Edimburgo,
El Papa Benedicto XVI dijo esta mañana en el avión papal que lo llevó a Edimburgo, primera escala en su visita al Reino Unido, que realiza este viaje con "gran valor y alegría" y no está preocupado por las voces hostiles en su contra porque pese al historial anticatólico de Gran Bretaña, también hay un legado de tolerancia.
Los periodistas, a través del Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, preguntaron sobre la hostilidad de algunos sectores ante la visita papal. El Santo Padre respondió rápidamente: "Tengo que decir que no estoy preocupado".
El Pontífice recordó su viaje a Francia donde encontró "fuertes corrientes anticlericales con un mínimo de fieles" y a República Checa donde, dijo, el ateísmo está en los niveles más altos en Europa. Benedicto XVI resaltó que "todos los países occidentales, cada uno a su manera, tiene corrientes anticlericales o anticatólicas, pero también tienen un fuerte sentido de la fe".
Comentó que recuerda con cariño la cálida recepción que recibió en ambos países donde percibió la "atención" de los agnósticos quienes "todavía están en búsqueda porque quieren conocer y encontrar los valores de la humanidad para el futuro".
También se refirió a la "tolerancia con respeto" de quienes son anticatólicos y señaló que si bien en Gran Bretaña hay una "obvia historia de anticatolicismo", también "es un país con una gran historia de tolerancia".
"Entonces estoy seguro de que una gran parte será la posición de recepción de los católicos y creyentes en general, la atención de aquellos que buscan avanzar en este tiempo más reciente y el respeto mutuo y la tolerancia donde hay este anticatolicismo". "Voy adelante con gran valor y alegría", añadió.