VATICANO,
El Vaticano publicó hoy el mensaje del Papa Benedicto XVI para la XXVI Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011. El Santo Padre alienta a los jóvenes a echar raíces en Cristo para construir una vida auténtica frente a un mundo que excluye a Dios y propone caminos fáciles pero engañosos.
El mensaje se basa en lema de la JMJ Madrid 2011 “Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe” (Epístola de San Pablo a los Colosenses). Tiene como fecha el pasado 6 de agosto, festividad de la Transfiguración del Señor.
En el texto, el Santo Padre recuerda pasajes de su propia juventud y explica que “la estabilidad y la seguridad no son las cuestiones que más ocupan la mente de los jóvenes. Sí, la cuestión del lugar de trabajo, y con ello la de tener el porvenir asegurado, es un problema grande y apremiante, pero al mismo tiempo la juventud sigue siendo la edad en la que se busca una vida más grande”.
“Queríamos encontrar la vida misma en su inmensidad y belleza. Ciertamente, eso dependía también de nuestra situación. Durante la dictadura nacionalsocialista y la guerra, estuvimos, por así decir, ‘encerrados’ por el poder dominante. Por ello, queríamos salir afuera para entrar en la abundancia de las posibilidades del ser hombre. Pero creo que, en cierto sentido, este impulso de ir más allá de lo habitual está en cada generación”, agrega.
El Pontífice sostiene que “no se trata sólo de un sueño vacío que se desvanece cuando uno se hace adulto” porque “el hombre en verdad está creado para lo que es grande, para el infinito. El deseo de la vida más grande es un signo de que Él nos ha creado, de que llevamos su ‘huella’”.
Benedicto XVI explica que “es un contrasentido pretender eliminar a Dios para que el hombre viva. Dios es la fuente de la vida; eliminarlo equivale a separarse de esta fuente e, inevitablemente, privarse de la plenitud y la alegría”.