BUENOS AIRES,
El Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, Cardenal Leonardo Sandri, pidió a los católicos melquitas de la diáspora presentes en Argentina, ser puente de comunión entre Oriente y Occidente.
Los melquitas católicos, afirmó, “están muy radicados en el mundo oriental pero también ‘tradicionalmente’ unidos a la Sede Petrina, a la cual reconocen la responsabilidad que le es propia: la de la comunión”.
El Purpurado pronunció estas palabras durante la Misa celebrada en Córdoba y donde estuvieron presentes el Patriarca de Antioquía de los greco-melquitas, Su Beatitud Gregorios III Laham; Mons. Abdo Arbach, exarca apostólico de los melquitas de la Argentina; y el Arzobispo de Córdoba, Mons. Carlos José Ñáñez.
El Cardenal Sandri afirmó que la unidad parte siempre de Cristo, pero “exige nuestra personal conversión a la unidad. La conversión a la comunión es una cotidiana cruz que hay que llevar para que la Iglesia sea fermento de unidad para todo el género humano”.
Asimismo, invitó a los melquitas católicos a no olvidar sus raíces espirituales.
“Pienso en el esfuerzo espiritual que se pidió para mantener a la segunda y tercera generación melquita en América en la auténtica identidad oriental, especialmente en el ámbito de la liturgia, sin por eso dejar de adoptar, al mismo tiempo, la necesaria apertura al nuevo contexto eclesial y social. Es por eso urgente la renovación de las pastorales familiar, juvenil y vocacional, aun en el seno de vuestra Iglesia”, afirmó.