LIMA,
La International Planned Parenthood Federation (IPPF), que es el mayor proveedor de abortos del mundo, concedió al Ministro de Salud, Oscar Ugarte, un galardón por sus "esfuerzos a favor de la salud reproductiva". Hace unos meses, Ugarte desobedeció un fallo del Tribunal Constitucional para difundir la potencialmente abortiva píldora del día siguiente.
La Federación Internacional de Planificación de la Familia, Región del Hemisferio Occidental (IPPF/RHO) concedió a Ugarte la "Medalla de Honor por su Contribución Individual a la Salud Sexual y Salud Reproductiva" y, según informó la trasnacional, "la medalla concedida al Ministro de Salud honra a los líderes políticos o sociales que tomaron medidas decisivas en la defensa del reconocimiento de la salud sexual y reproductiva, como un derecho humano en América Latina y el Caribe".
La ceremonia de premiación se llevó a cabo el sábado 28 de agosto en un conocido hotel de Lima, en presencia de directivos de la IPPF y de los directores ejecutivos de las organizaciones que la componen, como INPPARES en Perú.
Para Carlos Polo, director para América Latina del Population Research Institute, "no es de extrañar que la IPPF, siendo el mayor proveedor de abortos en el mundo, premie a quien favorece mejor su negocio. En este caso, premia a Ugarte por disfrazar mejor una de sus armas".
"Decir que la píldora no tiene efectos abortivos adultera la conciencia de las mujeres y favorece matar niños en la clandestinidad de la desinformación. Tampoco es de extrañar la desfachatez de Ugarte. Desconocer una sentencia del Tribunal Constitucional, ahora encuentra su explicación. ¿Quién podría premiar la gestión de Ugarte caracterizada por la ineptitud por resolver las verdaderas urgencias de salud y compras que favorecen a correligionarios de su partido?", cuestionó.
Polo recordó que "esta es la segunda vez que IPPF premia a un Ministro de Salud peruano por mentir abiertamente negando el mecanismo de acción antimplantatorio de la píldora del día siguiente. La primera fue Pilar Mazzetti en agosto de 2005. Curiosamente ambas premiaciones tuvieron un perfil muy bajo. La de Mazzetti se quiso mantener en estricto privado y ésta, de Ugarte, se realizó en un hotel a puertas cerradas.