En ocasión de la celebración del Día del Trabajo que se celebra en septiembre, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos dio a conocer la declaración "Un nuevo ‘Contrato Social’ para la ‘cosas nuevas’ de hoy", en la que los prelados señalan la necesidad de proteger la vida y la dignidad de la persona humana en el ámbito laboral, generando una economía ética que permita superar el desempleo y la pobreza.
En la declaración firmada por Mons. William Murphy, Obispo de Rockville Center, se señala que con miles de personas desempleadas en Estados Unidos y tras haber experimentado los trabajadores tragedias tales como las de los mineros en West Virginia y la explosión de la plataforma petrolífera y consiguiente vertido de petróleo en el Golfo de México, los estadounidenses "debemos procurar proteger la vida y la dignidad de todo trabajador en una economía renovada y robusta".
El también presidente del Comité de Justicia Nacional y Desarrollo Humano del Episcopado indica que "Estados Unidos está sufriendo una rara transformación económica, deshaciéndose de puestos de trabajo y poniendo a prueba las redes de seguridad social, a medida que la nación busca nuevas maneras de regular e incrementar nuestra economía", por ello, "los trabajadores necesitan un nuevo ‘contrato social’".
El Prelado dice en la declaración que la creación de nuevos puestos de trabajo requiere de nuevas inversiones, iniciativa y creatividad en la economía. También resaltó las enseñanzas del Papa Benedicto XVI, en las cuales éste hace un llamado a situar a la persona humana en el centro de la vida económica y pone énfasis en el papel que la sociedad civil y otras instituciones mediadoras como los sindicatos tienen en la búsqueda del bien común.
"Los trabajadores deben tener una voz real y protecciones eficaces en la vida económica", prosigue y señala luego que "el mercado, el estado y la sociedad civil, los sindicatos y los empleadores tienen funciones que desempeñar, las cuales deben ser ejercidas en interrelaciones creativas y fructíferas. Se necesita de la acción privada y de políticas gubernamentales que fortalezcan a las familias y reduzcan la pobreza".
"Deben crearse nuevos puestos de trabajo con salarios y beneficios justos, para que todos los trabajadores puedan expresar su dignidad mediante la dignidad del trabajo y puedan cumplir el llamado de Dios a que todos nosotros seamos co-creadores. Debe forjarse un nuevo contrato social, que comience por honrar el trabajo y a los trabajadores, y que, en última instancia, se concentre en el bien común de toda la familia humana", indica.