BUENOS AIRES,
Numerosos peregrinos comenzaron ayer a instalar carpas en las cercanías del santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, a la espera del inicio en la madrugada del sábado de las fiestas patronales en honor del Santo Patrono de la Providencia.
"San Cayetano: caminamos con fe pidiendo tu protección", será el lema de esta jornada de fe que cada año recibe a cientos de miles de devotos que se acercan al templo para pedir pan y trabajo o para agradecer haberlos recibido.
"El 7 de agosto es un día de fiesta, por eso la gente viene a celebrar, a agradecer, más que a pedir. Los restantes días del año sí puede percibirse la temperatura de la desocupación y la pobreza. A diario recibimos más de 400 personas para pedir empleo en la bolsa de trabajo o medicamentos en la farmacia social.", dijo a la agencia AICA el P. Gerardo Castellano, párroco del templo.
El sacerdote estimó que por ser sábado vendrá más gente que el año pasado, y reiteró que, como es habitual, habrá dos filas. Una lenta que demandará de 15 a 18 horas para tocar el vidrio que protege la imagen del Santo, y otra rápida que puede demandar entre 6 y 8 horas, para verlo de lejos.
Vigilia y fiesta