KÖNIGSTEIN,
Víctima de un problema renal, el Obispo Auxiliar de Bagdad, Mons. Andreas Abouna, falleció este martes en un hospital en la localidad de Erbil, en la zona norte de Irák. Este Prelado sirvió a la Iglesia local en medio de la guerra, la opresión y las innumerables dificultades que enfrenta la minoría cristiana en una nación de mayoría musulmana.
La organización internacional católica Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS) informa que el Patriarca Caldeo Emmanuel III Delly será quien presida el funeral del Obispo en la Catedral de San José en Ankawa, cerca de Erbil.
El Arzobispo de Erbil, Mons. Bashar Warda, comentó al conocer la noticia que Mons. Abouna fue un pastor que "siempre sonreía, incluso en las situaciones difíciles. Fue un amigo muy cercano no sólo para mí sino para muchos otros"
A su turno el Arzobispo de Kirkuk, Mons. Louis Sako, dijo que "el Obispo Abouna fue un hombre bueno y humilde, de mente abierta. Realmente se encargó de enseñar a cada uno de sus sacerdotes y siempre trabajó por la unidad de la Iglesia. Espero que pueda rezar por nosotros desde el cielo".
La encargada de proyectos de AIS para Irak, Marie-Ange Siebrecht, dijo sobre el Obispo que "tuve el placer de encontrarme con Mons. Abouna muchas veces en mis visitas al norte del país. Era una persona muy espiritual y se preocupaba mucho por los sacerdotes y seminaristas que tenía a su cargo. Especialmente en Bagdad jugó un importante rol entre los sacerdotes para mostrarles que hay un futuro para su país".