BUENOS AIRES,
El Obispo de Puerto Iguazú (Argentina), Mons. Marcelo Raúl Martorell, con ocasión del Evangelio de este domingo 25 de julio en el que el Señor enseña a los discípulos a orar, afirmó que el Padre Nuestro "es el diálogo más profundo y completo que puede darse entre Dios y el hombre".
Tras recordar la oración de intercesión de Abraham por los pobladores de Sodoma y Gomorra de la 1º Lectura, en la que el Patriarca se dirige a Dios como "Señor", el Prelado señaló que "Jesús, en cambio, nos enseña que Dios es nuestro ‘Padre’. Esta es la diferencia entre el Antiguo y Nuevo Testamento".
"La oración aquí es filial, ya no de servidor, sino del hijo que le abre el corazón a su Padre, exponiéndole sus necesidades en forma sencilla y espontánea", agregó.
Asimismo, Mons. Martorell subrayó la parábola del amigo inoportuno del Evangelio del domingo, con la que Jesús "nos enseña a orar con perseverancia e insistencia –como lo hizo Abrahán- sin miedo a ser indiscretos frente a Dios que es nuestro Padre y Amigo: ‘pedid, buscad, llamad’. Dios no tiene horarios frente a la oración de un humilde hijo que le pide ayuda".
"Frente a nuestras súplicas tenemos que saber leer dónde y de qué forma está respondiendo Dios, tal vez será de un modo oculto y diferente al que esperamos. Tenemos que saber descubrir -en la misma oración- la respuesta oculta de Dios", agregó.
"No debe faltarnos la gracia de ser fieles a Dios cada día. Esta gracia está asegurada al que ora sin cansarse", añadió.