BUENOS AIRES,
El Arzobispo Emérito de Resistencia, Mons. Carmelo Giaquinta, señaló en su reflexión del fin de semana que el gobierno de Argentina pese a haber hecho de la "defensa de sus derechos humanos su bandera", no ha sido capaz de "percibir que la ley de matrimonio civil entre personas homosexuales atropella inútilmente" el derecho natural.
En su reflexión el Prelado explicó que "el derecho natural a unirse en matrimonio entre varón y mujer es previo a toda religión revelada y a toda jurisprudencia. Es uno de los derechos humanos fundamentales, que no los otorga ninguna autoridad, sino la misma naturaleza humana. Y la defensa de estos es la finalidad de la autoridad".
Lamentablemente, prosiguió, "este gobierno, que de la defensa de los derechos humanos ha hecho su bandera, ha sido incapaz de percibir que la ley de matrimonio civil entre personas homosexuales atropella inútilmente este derecho fundamental. Lo ha hecho con el pretexto de defender el derecho de la minoría homosexual, de no discriminarla, y de promover la igualdad ante la ley".
El Prelado también lamentó que "se ha dicho, torpemente, que la discusión en el Senado era entre Néstor Kirchner y el Cardenal Bergoglio", porque "lo que ha sucedido es, más bien, la derrota del sentido común por la torpeza de los hombres" y agregó que "ya fue penoso que al Senado hubiese llevado un proyecto de ley sobre el matrimonio entre homosexuales en vez de un proyecto sobre la defensa de los derechos de los mismos, sin ofender los derechos exclusivos del matrimonio que, por naturaleza, sólo existe entre el varón y la mujer. Y esto, previo a todo derecho positivo y a todo dogma religioso".
"Las cosas que son por naturaleza, son como son. Por eso las llamamos con una determinada palabra para diferenciarlas de otras que tienen otra natura específica. Aplicar una palabra que es propia de un ser a otro que no le corresponde, y reconocerle a éste derechos que no le corresponden y que son propios del primero, es un avasallamiento a los derechos humanos de éste. Y, por concomitancia, a los derechos humanos de todos, pues todos formamos una sola familia humana. De esta manera no se promueve la concordia social", advirtió.
En ese sentido y a raíz de lo ocurrido en el Senado, Mons. Giaquinta planteó algunos interrogantes. El primero se refiere a la "fragmentación cultural" y concretamente se preguntó si "tenemos conciencia los católicos argentinos de la transformación cultural del mundo en que vivimos", en el que "ya no existe un lenguaje básico común" sino que "la humanidad pareciera marchar cada vez más hacia la fragmentación".