VATICANO,
La Congregación para la Doctrina de la Fe publica hoy las nuevas "Normas sobre los delitos más graves". Al respecto el Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, dio a conocer una nota en la que explica las modificaciones para lidiar con los abusos sexuales por parte de miembros del clero: los procedimientos serán más rápidos, podrán hacer parte de tribunales los fieles laicos, la prescripción de los delitos pasa de 10 a 20 años, entre otros, se establece el criterio de la pedo-pornografía referente a delitos con menores de 14 años.
A continuación la nota completa del P. Lombardi:
"En 2001, el Santo Padre Juan Pablo II promulgó un decreto de importancia capital, el ‘Motu Proprio Sacramentorum sanctitatis tutela’, que atribuía a la Congregación para la Doctrina de la Fe la competencia para tratar y juzgar en el ámbito del ordenamiento canónico una serie de delitos particularmente graves, cuya competencia en precedencia correspondía también a otros dicasterios o no era del todo clara.
El Motu Proprio (la ‘ley’, en sentido estricto), estaba acompañado por una serie de normas aplicativas y de procedimiento denominadas ‘Normae de gravioribus delictis’. La experiencia acumulada en el transcurso de los nueve años sucesivos sugirió la integración y actualización de dichas normas con el fin de agilizar o simplificar los procedimientos, haciéndolos más eficaces, o para tener en cuenta problemáticas nuevas. Este hecho se debió principalmente a la atribución por parte del Papa de nuevas ‘facultades’ a la Congregación para la Doctrina de la Fe que, sin embargo, no se habían incorporado orgánicamente en las ‘Normas’ iniciales. Esta incorporación es la que tiene lugar ahora en el ámbito de una revisión sistemática de dichas ‘Normas’.
Los delitos gravísimos a los que se refería esa normativa atañen a realidades claves para la vida de la Iglesia, es decir a los sacramentos de la Eucaristía y de la Penitencia, pero también a los abusos sexuales cometidos por un clérigo con un menor de 18 años.
La vasta resonancia pública en los últimos años de este tipo de delitos ha sido causa de gran atención y de intenso debate sobre las normas y procedimientos aplicados por la Iglesia para el juicio y el castigo de los mismos.