BUENOS AIRES,
El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, alentó a los argentinos a sentirse orgullosos de la presencia del catolicismo en la historia del país y su transmisión a través de la familia, sobre todo ahora que se ha soslayado su papel en el origen de la nacionalidad.
"He observado en todos los comentarios y celebraciones del Bicentenario que se ha soslayado en general el papel del fermento católico en el origen de la nacionalidad y por cierto también se ha intentado silenciar la presencia de la Iglesia", expresó en el programa Claves para un Mundo Mejor.
Mons. Aguer recordó que en el Cabildo Abierto de mayo de 1810 "había una gran cantidad de clérigos y había un sacerdote, Manuel Alberti, como miembro de la Primera Junta. Y si nos fijamos en el Congreso de Tucumán, de 1816, allí el 38 por ciento de los representantes de las provincias eran clérigos".
El Prelado indicó que el papel del catolicismo no se reduce a la presencia física de sacerdotes identificados con la causa patriota, porque "después de 1810, la Iglesia en la Argentina entró en un período de dificultades; si bien nuestros patriotas han tratado de ayudar a la causa católica desde el comienzo, las relaciones con la Santa Sede se vieron interrumpidas y el número de sacerdotes era muy escaso".
"Entonces: ¿cómo se trasmitió la fe? Se transmitió en la familia, en los hogares, han sido las madres y las abuelas aquellas que transmitían de una generación a otra las verdades fundamentales de la fe unidas al sentimiento patrio", afirmó.
Mons. Aguer llamó a no soslayar la presencia católica en el origen de la nacionalidad argentina y más bien recordarla en cada conmemoración patriótica. "Sí, no tenemos nosotros más que enorgullecernos de ser argentinos y de haber conservado en el curso de estos dos siglos de Historia aquella referencia a las raíces", expresó.