BOGOTÁ,
El Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Mons. Rubén Salazar Gómez, afirmó que los casos de abusos sexuales por parte de clérigos en este país son poquísimos, comprobados "sólo unos tres o cuatro" que están en la cárcel y no pueden ejercer; y explicó que muchas denuncias contra presbíteros inocentes han resultado ser falsas e inventadas por personas que solo buscan sacar algún provecho.
En el marco de la 89° Asamblea Plenaria del Episcopado que se reúne hasta el 9 de julio, el también Arzobispo de Barranquilla explicó que los sacerdotes que efectivamente fueron encontrados culpables de casos de pederastia "afortunadamente son pocos, que hayan sido comprobados solo unos tres o cuatro casos...esos sacerdotes en este momento están bajo el rigor de la pena civil, están en la cárcel y no pueden por tanto ejercer el ministerio sacerdotal".
Tras explicar que muchas acusaciones han sido falsas, el Arzobispo denunció que "desafortunadamente muchas personas, dado el escándalo que se hace, han inventado situaciones para tratar de sacar algún provecho".
El Prelado comentó además que "en este momento hay una mentalidad muy clara de que no se puede encubrir a nadie y por tanto no se puede ignorar la existencia de estos casos".
"Siguiendo las directivas del Papa Benedicto XVI pedimos perdón a las víctimas de esos sacerdotes que abusaron de ellos. Ese perdón significa un compromiso muy claro de parte nuestra de hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que esas situaciones nunca se vuelvan a presentar y que la justicia civil pueda verdaderamente castigar a los culpables. De parte de la Iglesia no hay ninguna connivencia con estos crímenes, por el contrario, hay una condena absoluta de los victimarios", dijo.
Al referirse al resarcimiento de las víctimas, el Arzobispo precisó que hacer eso "no es dar dinero" como se ha hecho en los Estados Unidos y algunos países de Europa sino que consiste en "algo mucho más hondo, es lograr que esas personas que han sido víctimas se reconcilien consigo mismo, se reconcilien con Dios, se reconcilien con la sociedad y dejen de ser víctimas. Ahí está la verdadera rehabilitación de la persona: que llegue un momento en que la persona deje de sentirse víctima aún cuando ha sufrido esas situaciones difíciles".