ASUNCIÓN,
El Arzobispo de Asunción, Mons. Pastor Cuquejo, señaló que los presbíteros “en nuestra santidad, como en nuestra debilidad, somos servidores de la mesa del Altar” por voluntad expresa de Jesucristo, y por tanto “no existe la Eucaristía sin el sacerdocio”.
Al clausurar el Año Sacerdotal, el Arzobispo explicó que la Eucaristía “es la herencia de nuestra salvación”, y afirmó que “cada día el pan y el vino son consagrados por la palabra de cada sacerdote en el mundo, de cada sacerdote en nuestra Arquidiócesis”.
“Sacerdote joven, sacerdote anciano, sacerdote saludable, sacerdote enfermo, sacerdote debilitado en su fe o sacerdote robustecido por su santidad de vida, pero siempre sacerdote ungido del Señor, quien con su palabra realiza este Sacramento. Él es el único que puede pronunciar válidamente estas palabras: ‘Esto es mi cuerpo. Esta es mi sangre’”, subrayó.
Por ello, Mons. Cuquejo recordó que “el sacerdocio y la Eucaristía están substancialmente unidos en el misterio del amor de Dios. Por eso afirmamos que no existe la Eucaristía sin el sacerdocio y que no puede existir el sacerdocio sin la Eucaristía”.
Asimismo, el Prelado pidió a los fieles que “no se olviden jamás de rezar por nosotros. Ayúdennos con su apoyo, con su estimulo, con su mano extendida, para que el Reino de Dios se esparza por todo el mundo”.
“Sin ustedes somos débiles, con ustedes somos fuertes, formamos un solo Cuerpo de Cristo que celebra la presencia viva en cada Eucaristía que celebramos”, añadió.