ROMA,
Ante la próxima decisión de la Corte de Estrasburgo sobre el amparo presentado por el gobierno de Italia contra la decisión de prohibir los crucifijos en las aulas de las escuelas, el Presidente del gobierno Giorgio Napolitano señaló que los símbolos religiosos no contradicen la laicidad del estado y son garantía de la libertad religiosa.
En su intervención sobre este tema dada a conocer por L’Osservatore Romano, el mandatario dijo que "también el asunto, particularmente sensible, en la actitud que debe tenerse ante los símbolos religiosos puede ser oportunamente afrontado, por cada uno de los estados, que están en capacidad de percibir su valor en relación a los sentimientos difundidos en sus respectivas poblaciones".
Napolitano dijo que se trata de balancear "las diversas sensibilidades" y salvaguardar las "objeciones de conciencia serias y consistentes en situaciones específicas". Sin embargo, continuó, "se reconoce la relevancia pública del hecho religioso" junto con el "valor de la laicidad del Estado y la garantía de la libertad religiosa y de las relaciones entre las confesiones religiosas y las autoridades estatales, en el signo de la recíproca autonomía y la aceptación del método democrático".
En cuanto a los valores cristianos, el mandatario resaltó la "importancia de la misión común educativa a la que son llamadas las autoridades políticas y eclesiales, la importancia de "sus responsabilidad –ya sea en ámbitos y planos distintos y en absoluta independencia– para promover el respeto de los principios éticos fundamentales, en los que todos pueden reconocerse y sin los cuales se puede lacerar la cohesión del tejido social".
De allí, resaltó, surge la necesidad de salvaguardar y valorar el patrimonio tradicional de la identidad y los valores, "expresado en particular en los países europeos y en Italia, por la milenaria presencia cristiana y católica".
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