NICOSIA,
En su discurso a la comunidad católica de Chipre en la escuela elemental de San Marón (maronitas) de Nicosia, el Papa Benedicto XVI alentó a los fieles de este país a ser testigos del Evangelio de Cristo y a trabajar por la unidad y el diálogo con los demás cristianos y los no cristianos.
"En esta ocasión histórica de la primera visita del Obispo de Roma a Chipre, vengo para confirmaros en la fe en Jesucristo y para animaros a permanecer fieles a la tradición apostólica, con un solo corazón y una sola alma. Como Sucesor de Pedro, me encuentro entre vosotros para aseguraros mi apoyo, mi oración afectuosa y mi aliento", dijo el Santo Padre al iniciar su discurso.
Como en el Evangelio, dijo luego, la Iglesia proclama hoy el nombre de Dios, "no sólo en beneficio propio, sino en favor de toda la humanidad. También vosotros, que seguís a Cristo hoy, estáis llamados a vivir vuestra fe en el mundo promoviendo, de palabra y de obra, los valores del Evangelio, que os han entregado generaciones de cristianos chipriotas".
Tras resaltar que con estos valores se puede trabajar por la paz, la justicia y el respeto por la vida humana, el Papa Benedicto se refirió de manera específica a la "búsqueda de una mayor unidad en la caridad con los demás cristianos y al diálogo con los no cristianos. Desde el Concilio Vaticano II especialmente, la Iglesia se ha comprometido a avanzar en el camino de un entendimiento cada vez mayor con nuestros hermanos cristianos para fortalecer los lazos de amor y respeto entre todos los bautizados".
"Teniendo en cuenta vuestras circunstancias, estáis en condiciones de contribuir de un modo concreto en vuestra vida diaria a la mayor unidad de los cristianos. Os animo a que lo hagáis, con la confianza de que el Espíritu del Señor, que ha pedido que sus discípulos sean uno, estará a vuestro lado en esta importante tarea", agregó.
"Todavía hay mucho que hacer, en todas las partes del mundo, en el diálogo interreligioso. En este ámbito, los católicos de Chipre se encuentran frecuentemente con oportunidades para una adecuada y prudente actuación. Sólo una labor paciente puede edificar la confianza mutua, superar el peso de la historia y convertir las diferencias políticas y culturales entre los pueblos en motivo para procurar un mayor entendimiento. Os exhorto encarecidamente a intentar crear esa confianza mutua entre cristianos y no cristianos, como fundamento para construir una paz y concordia duradera entre pueblos con diferencias religiosas, políticas y culturales".