GRANADA,
Con ocasión de la Solemnidad del Corpus Christi, el Arzobispo de Granada (España), Mons. Francisco Javier Martínez Fernández, recordó a los fieles que en la Eucaristía "adoramos un milagro" que debe llevarnos a tener un corazón lleno "de la sorpresa de un amor inmerecido".
Así lo expresó el Prelado durante la Eucaristía celebrada en la Catedral de Granada tras la cual se llevó a cabo la procesión del Santísimo Sacramento.
"Adoramos un milagro –recordó–, el milagro de nuestra redención, de la obra de Dios en medio de nosotros, en nuestra pobre historia humana tan llena de mezquindades y de pasiones. En medio de esa trama de pasiones, resplandece, como resplandece el Señor en la Custodia, el amor infinito de Dios por la humanidad, por cada hombre y por cada mujer".
"La finalidad con la que Cristo viene a nuestro altar es porque desea venir al altar que somos cada uno de nosotros. Porque su amor y su pasión por nosotros, por nuestra vida, para que podamos participar de la eternidad y ser verdaderamente aquello para lo que hemos sido creados", agregó.
"No es sólo un milagro exterior a nosotros –aclaró–, que no tiene que ver con nosotros, sino el milagro que permanece a través de los siglos y que tiene un destinatario: cada uno de nosotros".
En este sentido, el Prelado recordó que al participar del Cuerpo de Cristo "formamos una familia más poderosa que los lazos de la carne, porque nos da la vida divina que nos permite valorar y sostener el amor a esa familia donde estamos y vivimos".