VATICANO,
En su catequesis de la Audiencia General de este miércoles el Papa Benedicto XVI presentó sus reflexiones sobre Santo Tomás de Aquino, el gran pensador de la Iglesia en el medioevo que es ejemplo de la armonía que debe existir entre la fe y la razón.
El Pontífice recordó que a este santo se le conoce como el "Doctor Angélico" por "la sublimidad de su pensamiento y pureza de vida". Santo Tomás nació alrededor del año 1225 en el seno de una familia noble, en Roccasecca (Italia), cerca de la Abadía de Montecasino. Siendo muy joven fue enviado a la Universidad de Nápoles, donde se interesó por primera vez por el pensamiento de Aristóteles y sintió la llamada a la vida religiosa.
En 1245 va a París para estudiar Teología bajo la guía de San Alberto Magno, que estima tanto a su alumno que le pide que lo acompañe a Colonia (Alemania) para la fundación de un centro teológico.
"Tomás de Aquino, en la escuela de Alberto Magno, llevó a cabo una operación de importancia capital para la historia de la filosofía y de la teología, así como de la historia y de la cultura: estudió a fondo Aristóteles y sus intérpretes" y "comentó gran parte de las obras aristotélicas, distinguiendo lo que era válido de lo dudoso o rechazable, mostrando la consonancia con los datos de la Revelación cristiana y sirviéndose con amplitud y agudeza del pensamiento aristotélico en la exposición de los escritos teológicos que compuso. En definitiva, Tomás de Aquino demostró que entre fe cristiana y razón hay una armonía natural".
Sus grandes dotes intelectuales le llevaron de nuevo a París para enseñar teología. Comienza entonces su ingente producción literaria: comentarios a las Sagradas Escrituras, a las obras de Aristóteles y su obra cumbre: la Summa Teológica.
"En la redacción de sus obras le ayudaban algunos secretarios, entre ellos Reginaldo de Piperno, a quien lo ligó una amistad fraternal y sincera, caracterizada por una gran confianza y confidencia. Esta es una característica de los santos cultivan la amistad porque es una de las manifestaciones más nobles del corazón humano y tiene en sí algo divino".