ROMA,
El Arzobispo de Santiago de los Caballeros, Mons. Ramón de la Rosa y Carpio, presidió en la iglesia de San Marcelo (Roma), la Solemnidad de la Santísima Trinidad y que sirvió de ocasión para los fieles dominicanos residentes en la capital italiana celebraran el Día de la Madre.
"Celebrar a las madres es celebrar a Dios y a la Virgen Santísima", expresó el Prelado, quien recordó que la maternidad es un don de Dios.
Mons. de la Rosa y Carpio también aprovechó para destacar la importancia de la familia, porque "Dios no es un solitario, sino que es una familia".
"No es un Dios aburrido, sino un Dios que vive en convivencia, por eso el Cielo es un lugar de convivencia y de alegría. Dios es una comunidad de tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Así, Dios al crearnos nos hizo a su imagen y semejanza. Y no nos hizo a su imagen sólo de manera individual, sino que reflejamos a Dios también en nuestra vida de comunidad", explicó.
El Arzobispo dominicano recordó que los católicos viven para la comunión y un reflejo de ello es que "los emigrantes nunca se olvidan de sus familias, porque nos parecemos a Dios en la vivencia familiar y nos buscamos los unos a los otros". "Cuando ustedes a pesar de su dispersión se reúnen y buscan la comunión aquí en Roma se parecen a Dios. Estamos aquí porque buscamos parecernos a Dios. Si no me quedo en mi casa, es porque busco parecerme a Dios", afirmó.
En la Eucaristía también estuvo presente el embajador de República Dominicana en Italia, Vinicio Tobal, su esposa y funcionarios de la embajada.