VATICANO,
En la audiencia general de hoy, celebrada en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI, continuando con sus catequesis sobre el sacerdocio, explicó que los presbíteros, al ejercer la autoridad y el gobierno en la Iglesia, serán capaces de pastorear el rebaño confiado por Dios en la medida en que vivan "una verdadera y profunda obediencia a Cristo y a la Iglesia".
En la última de las tres catequesis sobre las tareas esenciales del ministerio sacerdotal, el Santo Padre se preguntó "cómo comprender en la cultura contemporánea una dimensión como esta, que implica el concepto de autoridad y tiene su origen en el mandato del Señor de apacentar a sus ovejas".
Benedicto XVI dijo que "los regímenes que en el siglo pasado sembraron el terror y la muerte recuerdan con fuerza que la autoridad en todos los ámbitos, cuando se ejerce sin referencia al Trascendente, prescindiendo de la autoridad suprema, que es Dios mismo, termina inevitablemente por ir contra el hombre. Por eso, es importante reconocer que la autoridad humana no es nunca un fin, sino siempre y sólo un medio y que, necesariamente y en todos los tiempos, el fin es siempre la persona".
"Para ser pastores según el corazón de Dios debe haber un profundo enraizamiento en la amistad viva con Cristo, no sólo de la inteligencia, sino también de la libertad y la voluntad, una conciencia clara de la identidad recibida en la ordenación sacerdotal, una disposición incondicional para dirigir el rebaño confiado donde el Señor quiere, y no en la dirección que, aparentemente, parece más conveniente o más fácil".
Esto requiere, continuó el Papa, "en primer lugar, la disponibilidad constante y progresiva para dejar que Cristo mismo gobierne la existencia sacerdotal de los presbíteros. De hecho, nadie es realmente capaz de pastorear el rebaño si no vive una verdadera y profunda obediencia a Cristo y a la Iglesia, y la docilidad del pueblo a sus sacerdotes depende de la docilidad de los sacerdotes a Cristo".
Refiriéndose al concepto de "jerarquía" en la Iglesia, el Santo Padre señaló que en la opinión pública prevalece la idea de que es "un elemento de subordinación y para muchos contrasta con la flexibilidad y la vitalidad del sentido pastoral. Se trata de una interpretación equivocada que tiene sus orígenes en abusos de la historia". Sin embargo, añadió, "el verdadero significado es de origen sagrado, es una autoridad que viene de otro, somete a la persona al misterio de Cristo y le convierte en servidor de Él y solo en cuanto siervo suyo puede gobernar y guiar por Cristo y con Cristo".