BUENOS AIRES,
Más de 100 profesionales en el campo científico, el cuidado de salud y la educación participaron de la 12º Jornada de Bioética que ofreció la Comisión de Bioética Padre José Kentenich en Buenos Aires (Argentina), en la que señalaron que "la técnica no es tan neutral ante los valores" y la bioética es la "brújula" que la debe orientar.
Las jornadas se realizaron con el objetivo de reflexionar en torno a la técnica como fenómeno cultural que "hoy enfoca unilateralmente al ‘cómo’ hacer las cosas sin evaluar el ‘por qué’ ni el ‘para qué’".
En este sentido, la hermana Elena Lugo, miembro del Instituto Secular de Schoenstatt Hermanas de María, aclaró cómo "la técnica no es tan neutral ante los valores como se pretende, sino que promueve una visión de la realidad fragmentada y manipulable" y precisó que la bioética es "como una brújula, que orienta la técnica para responder a las preguntas de por qué la técnica debe tener como fundamento la dignidad, la integridad y la trascendencia del ser persona".
"Desde esta perspectiva la bioética contribuye a restaurar el valor intrínseco de la naturaleza: su inteligibilidad ante la razón humana, que la puede comprender a fondo, captando así la verdad en el sentido pleno y total, lo cual incluye un indicador de su auténtico bien", añadió.
Por su parte, el doctor Hugo Obiglio, médico y miembro de la Pontificia Academia para la Vida, señaló "cómo la manipulación del lenguaje es una técnica propicia para enmascarar la verdad y promover ideologías como la del género y otras ofensas a la cultura de la vida"; mientras que la doctora Damasia Becú, abordó el impacto de la tecnología en la exploración de la herencia genética del ser humano que se presenta como una "caja de Pandora que genera incertidumbre y por consiguiente exige una esmerada responsabilidad en respetar la integridad genética del ser humano".
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