MADRID,
El preso de conciencia cubano Guillermo Fariñas, que lleva casi tres meses en huelga de hambre, aceptó una eventual mediación de la Iglesia Católica con el Gobierno de Raúl Castro para buscar una solución a la protesta que mantiene por la liberación de 26 prisioneros que se encuentran en delicado estado de salud.
El canciller del Arzobispado de La Habana, Mons. Ramón Suárez Porcari, y el secretario Ejecutivo de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, Mons. José Feliz Pérez Riera, han visitado en dos ocasiones a Fariñas, quien desde el pasado 11 de marzo se encuentra ingresado en el hospital provincial Arnaldo Milián Castro de Santa Clara, para anunciarle que en los próximos días le presentarán una propuesta concreta.
"Ellos me preguntaron que si estaba de acuerdo en que actuaran como mediadores en el conflicto y yo no puse objeción", dijo el periodista independiente en declaraciones telefónicas a Europa Press, al aclarar que la "única" condición que impuso es que su participación fuese "imparcial".
Durante la última visita, que se produjo el pasado martes, Mons. Suárez y Mons. Pérez informaron a Fariñas de que le presentarían una propuesta después de la reunión que sostuviesen con las "máximas autoridades cubanas" que finalmente se efectuó el miércoles.
"Ahora estoy a la espera de que lo que ellos me planteen para definir mi situación", dijo Fariñas, precisando que si la propuesta es "decorosa la aceptaremos" y levantaría la huelga de hambre, aunque aclaró que se mantiene firme en su protesta de que la única solución es la liberación de los prisioneros enfermos.
Sobre este punto, el disidente cubano comentó que la Iglesia Católica maneja una cifra superior a 26 en lo que se refiere al número de presos opositores que se encuentran en delicado estado de salud y por quienes solicitarían una licencia extrapenal para que reciban atención médica adecuada, además de la "liberación paulatina de todos" los detenidos que, según cifras no oficiales, alcanzan los 200.