LA HABANA,
En conferencia de prensa realizada ayer en esta capital tras el encuentro que sostuviera con el Presidente de Cuba, Raúl Castro, el Arzobispo de La Habana, Cardenal Jaime Ortega, explicó que entre los temas tratados con el mandatario estuvieron las Damas de Blanco y los presos de conciencia. Sobre estos últimos, dijo, no se puede adelantar conclusiones sobre fechas o acciones concretas, pero precisó que "el tema se está tratando seriamente".
El Purpurado se refirió a la reunión sostenida el miércoles con Castro y Caridad Diego Bello, Jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, en el que él estuvo acompañado de Mons. Dionisio García, Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.
En la conferencia de prensa, explica la nota de la Arquidiócesis de La Habana, el Cardenal Ortega precisó que este encuentro no puede ser visto desde una óptica de compromisos, sino de conversaciones "que tuvieron un magnífico inicio y que deben continuar".
Sobre las Damas de Blanco y los presos de conciencia, indicó, lo conversado no es una gestión concluida a partir de la cual se pueda hacer otro anuncio, sino más bien éste: "estamos tratando el tema"; añadiendo que no se pueden adelantar conclusiones acerca de fechas o actuaciones concretas, aunque enfatizó: "que el tema se está tratando seriamente, sí lo puedo decir".
Si bien ha habido desencuentros en el pasado, la reunión del miércoles, dijo luego el Arzobispo, "tiene como valor primero el apoyo a la gestión mediadora de la Iglesia y, al mismo tiempo, el reconocimiento del papel de la Iglesia como interlocutora, lo cual supera los viejos agravios para caminar por nuevas pistas", señala la nota de la Arquidiócesis de La Habana.
Las conversaciones, añadió, no se enmarca en modo alguno en una relación Iglesia-Estado vista como "alianza estratégica", pues esta frase es de estilo militar o político: la Iglesia debe actuar en la sociedad a partir de la libertad religiosa garantizada por la Constitución vigente, pero nunca bajo ningún tipo de alianza, de ahí la importancia de este encuentro, que supera antiguas concepciones para entrar en lo que es la naturaleza propia de la Iglesia y su misión en la sociedad.