MADRID,
"La Última Cima" es el más reciente documental del cineasta Juan Manuel Cotelo, un filme que conmueve al espectador con la historia de un sacerdote diocesano fallecido hace poco más de un año en un trágico accidente.
"Los expertos me lo han dicho claramente: ‘Si hoy crucifico a un sacerdote en público voy a tener éxito y me van a dar importantes premios’. Si, por el contrario, hablo bien de un cura, me van a crucificar a mí". Con estas palabras, Cotelo introduce el provocador documental sobre la vida del Padre Pablo Domínguez, decano de filosofía en la Facultad de San Dámaso de Madrid, a quien conoció en una conferencia solo doce días antes de su muerte.
El cineasta confesó que no quería hacer el documental sobre Pablo Domínguez, pero a medida que iba conociendo gente tocada por el sacerdote se dio cuenta de que "había una historia que contar".
Según reseña Pablo Ginés en Forum Libertas, Cotelo aparece en su documental haciendo preguntas que interpelan. "No era pederasta, ni mujeriego, ni ladrón, tampoco era misionero en la selva, ni el fundador de una nueva institución de la Iglesia", explica Cotelo y señala que el reto es contar la historia de un cura bueno que impactó en mucha gente, y a cuyo funeral acudieron unas tres mil personas y más de 20 obispos.
El Padre Pablo, experto montañista, tenía la costumbre de llegar a la cima de los principales montes españoles y celebrar Misa ahí. Falleció en febrero de 2009, cuando descendía del Moncayo.
"Me hubiera encantado encontrar algo malo en Pablo, lo habría incluído en el documental, pero es que no lo hay. Su confesor me dijo que, simplemente, era alguien buenísimo, con un alma de niño", agrega Cotelo.