Fátima,
Luego del rezo de las Vísperas, el Papa Benedicto XVI consagró al Corazón Inmaculado de María a todos los sacerdotes del mundo, para lo cual hizo la siguiente oración en adoración al Santísimo Sacramento, acompañado de los presbíteros, religiosos y consagrados reunidos en la Iglesia de la Santísima Trinidad del Santuario de la Virgen de Fátima:
Madre Inmaculada,
en este lugar de gracia,
convocados por el amor de tu Hijo Jesús,
Sumo y Eterno Sacerdote, nosotros,
hijos en el Hijo y sacerdotes suyos,
nos consagramos a tu Corazón materno,
para cumplir fielmente la voluntad del Padre.
Esposa del Espíritu Santo,
alcánzanos el don inestimable
de la transformación en Cristo.
Por la misma potencia del Espíritu que,
extendiendo su sombra sobre Ti,
te hizo Madre del Salvador,
ayúdanos para que Cristo, tu Hijo,
nazca también en nosotros.
Y, de este modo, la Iglesia pueda
ser renovada por santos sacerdotes,
transfigurados por la gracia de Aquel
que hace nuevas todas las cosas.