LISBOA,
En su discurso esta mañana al mundo de la cultura en el Centro Cultural de Belém en Lisboa, el Papa Benedicto XVI señaló que "la Iglesia considera su misión prioritaria en la cultura actual mantener despierta la búsqueda de la verdad".
El Santo Padre comenzó su discurso haciendo un diagnóstico de la cultura de hoy, en la que se refleja, explicó, "una ‘tensión’ entre el presente y la tradición, que a veces adquiere forma de ‘conflicto’. La dinámica de la sociedad absolutiza el presente, aislándolo del patrimonio cultural del pasado y sin la intención de proyectar un futuro".
Pero, prosiguió, "una valorización del ‘presente’ como fuente de inspiración del sentido de la vida, tanto individual como social, se enfrenta con la fuerte tradición cultural del pueblo portugués, profundamente marcada por el influjo milenario del cristianismo, y con un sentido de responsabilidad global, confirmada en la aventura de los descubrimientos y en el celo misionero, compartiendo la fe con otros pueblos".
"Los ideales cristianos de universalidad y fraternidad inspiraron esta aventura común, aunque también se sintió la influencia del iluminismo y del laicismo. Esta tradición dio origen a lo que podíamos llamar una ‘sabiduría’, es decir, un sentido de la vida y de la historia, del que formaban parte un universo ético y un ‘ideal’ que cumplir por parte de Portugal, que siempre ha procurado relacionarse con el resto del mundo".
Así, continuó el Papa, "la Iglesia aparece como la gran defensora de una sana y elevada tradición, cuya rica aportación está al servicio de la sociedad; ésta sigue respetando y apreciando su servicio al bien común, pero se aleja de la mencionada ‘sabiduría’ que forma parte de su patrimonio.
"Este ‘conflicto’ entre la tradición y el presente se expresa en la crisis de la verdad, pero sólo ésta puede orientar y trazar el rumbo de una existencia lograda, como individuo o como pueblo. De hecho, un pueblo que deja de saber cuál es su propia verdad, acaba perdiéndose en el laberinto del tiempo y de la historia, sin valores bien definidos, sin grandes objetivos claramente enunciados".