En un artículo que será publicado el próximo 20 de mayo en el diario The Catholic Sun, el Obispo de Phoenix (Arizona), Mons. Thomas J. Olmsted, advirtió que la actual ley aprobada en este estado de Estados Unidos no respeta la dignidad de los inmigrantes y deja mucho más clara la necesidad de una urgente reforma migratoria en el país.
En su reflexión, el Prelado recuerda el mandamiento de Cristo de amarse los unos a los otros, y cómo éste debe observarse en la vida social. "Como pastor velando por el rebaño que me ha sido confiado, veo una gran multitud de creyentes de muchas razas y naciones. Mi primera preocupación es la salvación de cada una de las almas. Hay muchas amenazas a la dignidad de la persona humana. El no nacido, el enfermo, el anciano, el pobre y el inmigrante son con frecuencia los más vulnerables", señaló.
Ante ellos, continuo, quienes creen en Cristo deben tener una principal preocupación para seguir el mandamiento de Cristo. "En nuestro tiempo es necesario recordar este llamado al amor, especialmente a la luz de la muy publicitada controversia que ha cargado de emociones el debate alrededor de la firma de la ley SB 1070 en Arizona".
"Si bien la autoridad civil tiene ciertamente el derecho y el deber de regular la inmigración a nuestro país, y las personas tienen el deber de obedecer la ley, el hecho de que nuestro actual sistema de inmigración esté roto y en necesidad de reforma es totalmente claro. No se sirve bien a la dignidad de nadie con el sistema actual".
"La necesidad de una reforma migratoria humana y efectiva a nivel nacional se ha hecho dolorosamente evidente una vez más", agregó.
Tras respaldar el pedido de los obispos de Estados Unidos para tratar este tema a nivel federal, Mons. Olmsted recordó que la Iglesia "espera y reza fervientemente para que las mentes calmadas y razonables prevalezcan y se encuentre una justa solución para el beneficio de todos los hijos de Dios" y así avanzar hacia la ansiada unidad.