MÉXICO D.F.,
El Servicio Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME) rechazó la irresponsabilidad de la Asamblea de Legisladores que, además del aborto y las uniones homosexuales, ahora ha "aprobado una ley criminal que permite la ampliación de horarios (de las 03:00 a.m. a 05:00 a.m.) en los establecimientos dedicados al consumo indiscriminado de bebidas" alcohólicas, y señaló que ante esta actitud "sólo queda una alternativa: la responsabilidad de la sociedad".
"Son los mismos legisladores –advierte el SIAME en una nota editorial publicada ayer– que se enorgullecen por la aprobación de leyes de las que deberían avergonzarse. Basta recordar aquella que permiten el asesinato de niños hasta los tres meses de gestación. Son los mismos legisladores a quienes no les importa el derecho primordial de los niños a una familia normal, compuesta por una madre y un padre".
"Por lo pronto, les ha llegado el turno a los jóvenes: son ellos las primeras víctimas de este tipo de medidas irresponsables que propician el consumo desordenado de bebidas alcohólicas y, no seamos ingenuos, son también esos lugares y esos horarios los más propicios para la venta y el consumo de drogas, precisamente en este tiempo en el que México está herido por el poder criminal de las bandas organizadas de narcotraficantes", lamentó.
Por ello, tras criticar lo ridículo de los argumentos a favor de esta "bárbara ley" que van desde el aumento de puestos de trabajo hasta ofrecer mayores espacios de tiempo para un consumo más lento de la bebida, el SIAME señaló que sólo queda combatir con "la responsabilidad de la sociedad, comenzando por los padres de familia, quienes tienen la difícil tarea de orientar a sus hijos adolescentes y jóvenes, y ahora tendrán que hacer un mayor uso de su prudencia y autoridad para que estos no sean las víctimas fatales de estas leyes absurdas".
"Los padres de familia –agrega– tienen todo el derecho de reclamar esta conducta a los legisladores, de protestar ante la Asamblea cuando alguno de sus hijos fallezca e incluso de pedir una indemnización cuando estos perezcan o queden lisiados de por vida".
"Y a esos legisladores que sólo se preocupan por atender los intereses de sus inmorales dueños, les recordamos que un día enfrentarán el juicio ineludible de Dios, quien les pedirá cuentas por todas las jóvenes vidas perdidas", concluye.