MÉXICO D.F.,
Irene Alemany dirige una casa de consagradas del Regnum Christi en México. En entrevista concedida al diario Milenio señala que estas mujeres hacen promesas de pobreza y "nunca sentimos que haya habido un abuso por parte de la Legión, es una consecuencia lógica como respuesta a nuestros votos".
Por esa razón, explica Alemany, "no disponemos de bienes personales, no tenemos sueldo, sólo trabajos en el apostolado. Cuando nuestras familias nos han dejado una herencia se da un margen prudencial de 15 años donde ese dinero está intacto, por si acaso por cualquier razón la consagrada tiene que salirse. Lo vemos con una total lógica porque nos hemos desprendido de todo lo material".
"En el peor de los casos, después de 20 o 25 años si por enfermedad u otra situación deja la vida consagrada de la Legión de Cristo, ésta siempre tiene la delicadeza de regresar con intereses ese dinero que ya había dispuesto o cedido a la Iglesia", explica.
Irene Alemany nació en España y se consagró hace 26 años. La vida de las consagradas, explica, es "como en familia, somos verdaderas hermanas". Sin embargo, precisó, "con prudencia se ha pedido que si alguien tiene un problema familiar no se trate con el resto de las integrantes, sino que busque a la persona adecuada que la pueda ayudar".
Alemany también dirige la Academia Madox, colegio que tiene kínder, primaria y secundaria. Comenta que en las casas de las consagradas se aplican los estatutos de la Legión de Cristo, similares a las de otras congregaciones religiosas, "vivimos en disciplina" y con un enfoque especial en la educación.
Al ser preguntada sobre si revisa la correspondencia de las otras consagradas, señala: "en muchas congregaciones es tradición, el motivo es poder ayudarlas por si hay una mala noticia, quizá esto es cada vez más obsoleto pero es una norma que se ha ido viviendo. Y sí que hemos revisado las cartas".