VATICANO,
Al recibir esta mañana las cartas credenciales del nuevo Embajador de la República Democrática del Congo, Jean-Pierre Hamuli Mupenda, el Papa Benedicto XVI hizo un llamado a trabajar intensamente por la reconstrucción del tejido social que lleve a la reconciliación nacional en este país africano azotado por "la violencia ciega y despiadada que se ha abatido sobre gran parte de la población" durante estos años.
En su discurso el Santo Padre lamentó que esta ola de violencia haya afectado "sobre todo a las mujeres, los jóvenes y los niños, cuya dignidad ha sida burlada a ultranza por la violación de sus derechos. También la Iglesia Católica, que se ha visto herida en muchos de sus miembros y estructuras, desea favorecer la curación interior y la fraternidad".
"El compromiso de Goma en 2008 y la aplicación de los acuerdos internacionales, especialmente el ‘Pacto sobre la seguridad, la estabilidad y el desarrollo en la Región de los Grandes Lagos’, son necesarios, pero es todavía más urgente sentar las bases para su aplicación. Es necesario reconstruir poco a poco el tejido social, gravemente afectado, ayudando a la primera sociedad natural, que es la familia, y consolidando las relaciones interpersonales entre los congoleños, fundadas en una educación integral, fuente de paz y de justicia".
Benedicto XVI invitó a "los poderes públicos a hacer todo cuanto esté en sus manos para acabar con la situación de guerra que, desgraciadamente, persiste todavía en algunas regiones del país y a dedicarse a la reconstrucción social de la nación, respetando los derechos humanos fundamentales. La paz no es solamente la ausencia de conflictos, es también un don y una tarea que obliga a los ciudadanos y al Estado".
El Papa también exhortó a la comunidad internacional, "implicada en diversos grados en los sucesivos conflictos que ha atravesado el Congo, para que se movilice y contribuya eficazmente a reinstaurar la paz y la legalidad".
"Después de tantos sufrimientos, su país necesita emprender decididamente el camino de la reconciliación nacional. Vuestros obispos han declarado este año de aniversario para la nación, un año de gracia, de renovación y alegría, un año de reconciliación para construir un Congo solidario, próspero y unido".