ROMA,
El Presidente del Senado de Italia, Renato Schifani, resaltó que ante los ataques mediáticos contra el Papa Benedicto XVI que buscan acallar su voz, el Santo Padre "no teme enfrentarse a los lobos" y guiar a la Iglesia Católica como supremo pastor que porta la verdad del hombre a todo el mundo y la anuncia con su propio testimonio de vida.
En un encuentro dedicado al tema del "Mundo que sufre por la falta de pensamiento" organizado en Roma por la Congregación de los Hijos de la Inmaculada Concepción, realizado este miércoles, Schifani señaló que el Papa no evita los conflictos y tampoco admite pastores que busquen hacerlo.
Durante su intervención, en la que utilizó varias citas del Santo Padre, el Presidente del Senado italiano afirmó que "en un momento en el que la consternación y el sentido de traición que ‘actos pecaminosos y criminales’ se han generado en todo el mundo y en toda la Iglesia, Benedicto XVI ha expresado abiertamente –cito sus palabras– ‘la vergüenza y el remordimiento que todos probamos’".
El Papa, prosiguió, ante "la traición y el sufrimiento de las víctimas de abusos sexuales no se ha limitado a manifestar su propia indignación por la violencia sufrida, sino que con ellos ha compartido el sufrimiento, la oración, el dolor destinado a permanecer".
Luego de reiterar su política de "tolerancia cero" ante los culpables de estos crímenes, Schifani recordó que el Papa Benedicto "en 1969 no tuvo miedo de advertir el riesgo de un nuevo paganismo en la misma Iglesia y en 2005 no se limitó a hablar de la soberbia, la autosuficiencia, la suciedad en términos de la Iglesia, no solo dentro de la Iglesia y –cito una vez más sus palabras– ‘también entre quienes, en el sacerdocio, deberían pertenecerle solamente a Él’".
"Asistimos en estos últimos meses al intento de generar un verdadero ‘pánico moral’, que busca minar el mismo corazón del Magisterio a través de la erosión de la relación de confianza que está en la base de todo desafío comunicativo y, en particular, del desafío educativo. La teología de la caridad y la teología de la esperanza representan para Benedicto XVI los ejes entonces de todo el mensaje cristiano. La vida auténtica es de hecho y al mismo tiempo relación y conocimiento, ‘un dar y recibir’".