MADRID,
La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha manifestado, en el marco de la presentación en Madrid del 8° Congreso sobre las migraciones del Consejo De Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) y que comienza este martes en Málaga, que la inmigración "no es un problema, una amenaza o una invasión, sino una oportunidad para la Iglesia y para la sociedad".
Además, reiteró –con palabras del director del Secretariado de la Comisión Episcopal para las Migraciones de la CEE, el jesuita José Luis Pinilla– la importancia de "cambiar el chip" cuando se perciben "algunas alarmas" en torno a la inmigración".
En su opinión, la movilidad en la actualidad "es una oportunidad", ya que "mejora la libertad y la vida de las personas" y, de este modo, dijo que las migraciones "nunca serán evitables con barreras".
Con todo, el P. Pinilla recalcó la importancia que la Iglesia da a la hospitalidad y a la acogida, aunque "ésta pueda ser recortada administrativamente". Así, lamentó que exista una tendencia a "excluir y criminalizar la inmigración", al tiempo que insistió en la necesidad de una triple acción: en los países de origen, en los de tránsito y en los de acogida. "Con un modelo de sociedad excluyente, perdemos todos", sentenció.
Por su parte, el Obispo de Sigüenza-Guadalajara y Presidente de la citada comisión episcopal y de la Comisión de Migración del CCEE, Mons. José Sánchez, afirmó que en el congreso de Málaga se tratará de dar respuesta al fenómeno de la inmigración siempre desde el punto de vista del ser humano.
En cualquier caso, y a pesar de que la Iglesia viene realizando una importante labor en este campo, Mons. Sánchez reiteró que "se puede hacer más" y lamentó que la crisis económica ha afectado en mayor medida a los inmigrantes, por poseer "los trabajos de menor cualificación". "Han crecido las demandas de ayuda", dijo.