REDACCION CENTRAL,
Los más de mil millones de católicos del mundo celebran hoy y dan gracias a Dios por el don del pontificado del Papa Benedicto XVI en ocasión del 5º aniversario desde que fuera elegido a la Sede de Pedro el pasado 19 de abril de 2005.
En aquella ocasión, el Santo Padre en sus primeras palabras desde la Plaza de San Pedro para impartir su bendición urbe et orbi, dijo: "queridos hermanos y hermanas, después del gran Papa Juan Pablo II, los señores cardenales me han elegido a mí, un simple y humilde trabajador de la viña del Señor. Me consuela que el Señor sepa trabajar con instrumentos insuficientes y me entrego a vuestras oraciones. En la alegría del Señor y con su ayuda permanente, trabajaremos y con María, su madre, que está de nuestra parte".
El Papa, con 83 años cumplidos el pasado viernes 16 de abril, realizó un viaje apostólico a Malta, adonde llegó para confirmar en la fe a este pueblo en ocasión del 1950º aniversario del naufragio del Apóstol San Pablo, ocurrido en el año 60.
En esta isla del Mediterráneo, Benedicto XVI rezó ante la tumba del Apóstol de Gentes, celebró una especial Eucaristía en la Plaza de los Graneros en Floriana, a los jóvenes los exhortó a anunciar sin miedo a Dios que ama a todos y no rechaza a nadie.
Además de la audiencia privada sostenida con el Presidente de Malta, George Abela y de encontrarse con los obispos de esta nación, siguiendo el espíritu de su carta a los católicos de Irlanda, el Papa se reunió también con un grupo de víctimas de abusos sexuales cometidos por algunos miembros del clero.
Uno de ellos, Joseph Magro, relató a los periodistas que "fue un encuentro muy emocionante. Las víctimas llorábamos, los obispos lloraban y el Papa tenía lágrimas en sus ojos". Los abusos, dijo, "siguen siendo algo muy difícil para mí, pero ahora estoy en paz con la Iglesia", afirmó. Además, "el Papa me ha dicho que rezaría por mí".