MADRID,
El director territorial de la Legión de Cristo en España, P. Jesús María Delgado, envió una carta al director del diario El Mundo en la que responde a las graves acusaciones hechas por este medio en un reportaje publicado ayer en el suplemento Crónica sobre los legionarios de Cristo. En la misiva exige la rectificación oportuna.
El artículo de Idoia Sota en Crónica señala que el Vicario General de los Legionarios de Cristo, "P. Luis Garza compró una casa en Los Ángeles… Lo encerraron en aquella casa durante dos años… poseído de rabia, escupía espuma… El (exorcista) encargado de ahuyentar los demonios de Maciel visitó la casa en varias ocasiones… La habitación (…) se quemó en un incendio que arrasó Universal Estudios en Hollywood en junio de 2008… Garza (…) saltó por la ventana en pijama para salvar la vida".
En realidad, explica el director territorial, "la casa donde se retiró y murió el P. Maciel se encuentra en Jacksonville (Florida), a miles de kilómetros de Hollywood (California) donde cinco meses después de su muerte (30 de enero de 2008) se quemaron los Universal Estudios. Cuando el P. Maciel murió en Jacksonville, tras haber recibido en varias ocasiones los sacramentos de la Iglesia, sólo lo acompañaron unos sacerdotes legionarios, dos señoritas consagradas del Regnum Christi y dos enfermeras locales".
El P. Delgado prosigue la carta y afirma que "podríamos seguir repasando el artículo: ‘La villa que [los legionarios] tienen en Termini, Palermo’ y que ‘compraron a un mafioso’ en realidad era un antiguo hotel abandonado, que se encuentra cerca de Nápoles, a 400 kilómetros de Palermo (Sicilia), y no lo vendió un mafioso sino el Estado italiano".
Idoia Sota escribe también en su artículo del suplemento Crónica que "‘el dinero que donaba la Comunidad de Madrid (entre 2006 y 2008) nunca llegaba’ a los proyectos sociales previstos en Colombia. En realidad, el supuesto ‘experto’ citado por la periodista no estuvo en Colombia en estos años. Al contrario, los responsables de la Comunidad de Madrid sí viajaron allí y quedaron muy contentos con las instalaciones y los programas educativos para niños desfavorecidos en Medellín que ayudaron a financiar".
"Igualmente falsas y todavía más graves son las afirmaciones sobre los asesinatos descritos por (el libro) ‘El Ilusionista’. Por ejemplo, según las ilusiones del autor de este libro que cita Idoia Sota, al ‘P. Javier Orozco Yepes’ lo mató el P. Maciel, despeñándolo por una carretera de la Costa Azul (Francia). En realidad, el P. Francisco Orozco Yépez (¡incluso está mal el nombre!) murió bañándose en el mar, en una playa cerca de Rapallo (Génova, Italia) mientras el P. Maciel se encontraba en Roma".