William McGurn es el Vicepresidente de la News Corporation, dueña del Wall Street Journal (WSJ), es además especialista en política internacional y fue asistente de la Casa Blanca durante la administración Bush hijo. Suele escribir los discursos de Rupert Murdoch, el magnate australiano dueño del mencionado diario y de la citada corporación. En un reciente artículo explica la verdad sobre algunos hechos ocultados por el New York Times en su campaña difamatoria contra el Papa Benedicto XVI.
En el texto del 6 de abril publicado en el WSJ, McGurn responde a dos artículos del New York Times escritos por Laurie Goodstein. El editorialista explica que los documentos presentados por el NYT fueron proporcionados por Jeff Anderson y Mike Finnegan, de quienes se dice son "abogados de cinco hombres que han enjuiciado a la Arquidiócesis de Milwaukee".
McGurn advierte que Goodstein no dice nada más sobre quién es realmente el abogado Anderson. En su artículo da algunos detalles sobre él: "en lo que se refiere a demandas contra la Iglesia, él es el principal abogado. En el año 2002 le dijo a Associated Press que había ganado 60 millones de dólares en acuerdos con la Iglesia; e incluso le dijo a otro semanario que ‘los estaba demandando por todo lo que tienen en todos lados’". (La expresión grosera en inglés de Anderson es irreproducible y ACI Prensa hace esta traducción que acerca en algo a la idea original).
McGurn señala luego que "nada de esto hace que no valga la pena citar a Anderson. Lo que sí hace es convertirlo en una parte mucho más importante de lo que la historia (de Goodstein) muestra. De hecho, es difícil pensar en cualquiera con algún interés financiero mayor a éste, sobre todo cuando se intenta promover la idea de una Iglesia que no actúa contra sacerdotes abusadores, culpando de manera personal a Benedicto XVI".
Los cuestionados documentos proporcionados por Anderson al New York Times incluyen algunos textos clave sobre algunas reuniones en el Vaticano entre tres obispos de Wisconsin (donde se encuentra Milwaukee) y el Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Tarcisio Bertone. Escritos originalmente en italiano, fueron "traducidos pobremente" al inglés usando un traductor computarizado.
Debidamente traducidos, los documentos muestran que la Arquidiócesis de Milwaukee creaba barreras para el proceso canónico. Sin embargo, en su artículo McGurn proporciona información adicional y desafía al New York Times sobre las afirmaciones que hace sobre el hecho que el P. Murphy nunca habría sido disciplinado o sometido al sistema de justicia de la Iglesia. De hecho, fue suspendido como sacerdote, un proceso que el editorialista señala como equivalente a retirarle la licencia a un médico.