BUENOS AIRES,
El Obispo de San Carlos de Bariloche, Mons. Fernando Maletti, y el equipo de voluntarios de Gravida, salieron al encuentro de una joven de 17 años, víctima de violencia sexual, que decidió abortar al niño por nacer tras obtener una autorización judicial, a fin de "sin condenas ni polémicas, ofrecer toda nuestra ayuda, acompañamiento y contención" y además despertar "la conciencia del valor de la vida humana, y de acogida al niño que viene".
Tras señalar que "muchos hermanos y hermanas, incluso, se han ofrecido para adoptar a este niño, como actitud bien concreta y no sólo reclamativa", tanto el Obispo como la organización dedicada a la atención de la mujer en riesgo de abortar, lamentaron que "quien tenía en sus manos la decisión sobre la vida de este niño, el juez Martín Lozada, prácticamente haya dictado su sentencia de muerte".
"Sentencia que de llevarse a cabo, nos dejará a todos, incluida la joven embarazada, con un amargo dolor y una inocultable vergüenza y frustración", dijeron en un comunicado titulado "La vida humana como don".
En el texto los firmantes le dicen a "esta adolescente que puede contar con Grávida y con el Obispo de San Carlos de Bariloche. Estamos totalmente disponibles para escuchar todo su dolor y acompañarla en este momento dramático que está viviendo, pues no cabe duda que este niño que viene, no ha sido buscado ni querido por ella, que su embarazo no es una vivencia dulce y feliz, sino dolorosa y triste, pero que aún así la eliminación mediante un aborto del niño que está en su vientre, solo le traerá más dolor y sufrimiento a su vida y no reestablecerá la dignidad que brutalmente le han quitado".
Finalmente queremos recordar lo dicho por los obispos patagónicos ante una situación similar ocurrida en Comodoro Rivadavia,
"Como Iglesia expresamos hoy la postura a favor de la vida y nuestro apoyo, comprensión y solidaridad a las víctimas de situaciones aberrantes. Para lo cual ofrecemos nuevamente: