BOGOTÁ,
El Obispo de Magangué, Mons. Leonardo Gómez Serna, ha sido uno de los miembros de la delegación que participó ayer en la liberación del sargento Pablo Emilio Moncayo, secuestrado por las FARC durante 12 años. La libertad de este joven militar que fue privado de su libertad a los 19 años paralizó a toda Colombia y generó una gran celebración en su ciudad natal Sandoná, en el departamento de Nariño.
En declaraciones luego de la liberación de Moncayo, el Prelado comentó que el sargento le comentó que él y otros compañeros en cautiverio "siempre leían la Palabra de Dios, siempre la meditaban y compartían. Eso ha sido, le dije, lo que ha ayudado a que ahora estés en libertad".
El emotivo encuentro de Pablo Emilio con sus familiares, con su padre el profesor Gustavo Moncayo que se había colocado unas cadenas hace unos años y que había hecho la promesa de tenerlas puestas hasta que su hijo en libertad se las pudiera quitar, promesa que finalmente pudo cumplir en Florencia, fue seguido en pantallas gigantes en distintas ciudades de Colombia en donde por algunos momentos el tránsito y otras actividades se paralizaron.
Ya en libertad, Pablo Emilio Moncayo agradeció a todas las personas que abogaron por su libertad y transmitió un mensaje de dos uniformados que siguen secuestrados, quienes afirmaron que su vida corre peligro.
Moncayo dijo que el coronel Duarte y "mi primero Martínez", como se refirió a José Libio Martínez, solicitaron que alguna organización no gubernamental de carácter internacional que ayude a gestionar su libertad, porque sienten que sus vidas están en peligro.
Moncayo expresó su sorpresa por volver a la libertad y comentó: "no saben cuan asombroso es volver a ver civilización".