MÉXICO D.F.,
Mons. Felipe Arizmendi Esquivel, Obispo de San Cristóbal de Las Casas (México), subrayó que la "Iglesia Católica de ninguna manera tolera, solapa o minimiza" los casos de abuso sexual cometidos por algunos miembros del clero, y resaltó ante estos dolorosos hechos la necesidad de ser "muy cuidadosos en la selección de candidatos al sacerdocio".
En un artículo titulado "Nuestra Iglesia es confiable", el Prelado expresó su indignación por los casos de abusos sexuales contra menores cometidos por algunos miembros del clero y aseguró que "nadie deja de reconocer que el abuso sexual de niños y jóvenes es un crimen atroz, execrable, que no tiene nombre, sobre todo cuando es cometido por clérigos en quienes los padres de familia habían depositado su confianza".
Asimismo, prosiguió el Prelado, "también duele y molesta que esta situación se resalte y se machaque tanto en ciertos medios informativos, porque denotan su propósito de desprestigiar a nuestra Iglesia y restarle autoridad moral, para que así nuestras denuncias a sus conductas inmorales pierdan fuerza y autojustificarse".
Seguidamente Mons. Arizmendi advirtió que "exageran quienes afirman que, por estos casos, nuestra Iglesia sufre una pérdida de control interno y una crisis profunda y generalizada. Se atreven a pedir que se acabe el celibato, como si éste fuera el culpable. No saben lo que dicen, pues lamentablemente este delito no es privativo de sacerdotes católicos, sino que acontece en muchos sectores de la sociedad".
Tras recordar que "en México, sin tener estadísticas comprobadas, se puede afirmar que son muy pocos los casos de sacerdotes pederastas", el Obispo destacó que "la Iglesia Católica de ninguna manera tolera, solapa o minimiza estos crímenes, cuando se comprueban. Desde la formación sacerdotal en los Seminarios, se exige que haya idoneidad probada para vivir la castidad y el celibato".
Las penas canónicas, continuó, "contra quien incurre en estas faltas son muy graves. De ninguna manera se propician esas aberraciones. Con todo, hay gran seriedad para examinar las denuncias y se procura proceder con discreción, por respeto a los implicados, no para disminuir la gravedad de las faltas, ni para exonerar a los culpables".