ROMA,
En el marco del curso anual sobre Fuero Interno realizado por la Penitenciaría Apostólica del Vaticano hasta el 12 de marzo, el P. Giovanni Colombo, consultor de este dicasterio, explicó que los sacerdotes deben ayudar a los matrimonios en crisis administrando la confesión identificándose con Jesús, médico del alma, y evitando aplicar elementos del psicoanálisis que no hacen parte del sacramento.
Según informa L’Osservatore Romano, el P. Colombo, de los oblatos de María Inmaculada, explica que el confesor no es un psicoterapeuta y que a confesión es "una relación de ayuda para ofrecer los instrumentos, los conocimientos y las motivaciones necesarias para que los fieles puedan comprender el sentido del pecado y asumir su propia responsabilidad de cristianos adultos".
Tras explicar que los sacerdotes deben ayudar a las parejas también con la pastoral familiar, el P. Colombo, explicó que en la confesión todo presbítero debe "acoger al penitente con la actitud misericordiosa de Jesús", ayudarlo a comprender el sentido de la vida, su libertad y responsabilidad, compartiendo esta última con su cónyuge.
Se trata, explica, de ayudar a las personas a renovar la propia vida a la luz de la fe para que puedan caminar hacia la santidad.
Para el presbítero, la tarea del confesor está en "llevar a las personas allí donde se encuentran hacia un camino de crecimiento moral y espiritual y hacia la madurez", acogiendo a cada uno "en la totalidad de sus recursos y de sus límites".
Tras advertir que las técnicas psicoanalíticas son "absolutamente extrañas" a la confesión, el P. Colombo explica que es necesario tener en cuenta algunas características de la sociedad actual para poder ayudar a los matrimonios en crisis, como la disgregación de los valores fundamentales como la razón y la fe, el amor y la familia, la dignidad y la responsabilidad que derivan del bautismo.