SAN JOSÉ,
En su mensaje al finalizar su asamblea ordinaria anual realizada entre el 1 y el 5 de marzo, los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica recuerdan que la educación religiosa es un derecho inalienable. En él también expresan su preocupación por la decisión de la Sala Constitucional de Costa Rica que decidió retirarle el derecho a la Iglesia de elegir o vetar el nombramiento de profesores de religión en los centros educativos públicos.
Los prelados señalan que "respetamos la decisión tomada por la Sala Constitucional, pero a la vez nos preocupan, profundamente la inseguridad y confusión, que la misma ha causado en educadoras, educadores y estudiantes de educación religiosa, padres y madres de familia".
En el texto los prelados resaltan que "la educación escolar en general tiene entre sus finalidades hacer que los alumnos valoren, y asuman en forma consciente, crítica y creativa su propia cultura. Mientras que la asignatura de Educación Religiosa se ocupa de la comprensión del mundo cultural desde la visión cristiana, sin la cual, el patrimonio cultural y la identidad costarricense, se verían seriamente empobrecidos".
El fundamento de la educación religiosa, explican, "se encuentra en el derecho inalienable que tienen los padres de familia católicos, de educar a sus hijos según su fe y convicciones. Es un derecho humano que debe respetarse, y es deber del Estado costarricense hacer el mayor esfuerzo para que los padres encuentren esta educación en los centros docentes públicos".
Tras recordar que la educación religiosa también es un bien para el estado, expresan su preocupación por "la tendencia de querer remplazar la educación religiosa católica, por una enseñanza del hecho religioso de naturaleza multiconfesional, o por una enseñanza ética, estética y de valores, negando el derecho de los padres y madres de familia a optar por la educación religiosa católica para sus hijos e hijas".
Por estas razones los obispos llaman a los padres de familia a darles la necesaria educación religiosa a sus hijos, a las autoridades a respetar este derecho, a los maestros a asumir esta tarea con responsabilidad y a respetar la "legislación vigente que ampara la Educación Religiosa confesional católica, al tiempo que se consoliden los vínculos de coordinación y complementariedad entre el Estado Costarricense y la Iglesia Católica en el ámbito educativo".